El laboratorio vascular comprende todas aquellas pruebas y estudios diagnósticos no invasivos que nos permitan analizar la arterias, las venas y las alteraciones del flujo sanguíneo que por ellos circula.

Durante las últimas décadas se desarrollaron numerosos aparatos que intentaban diagnosticar enfermedades vascular de forma no agresiva: pletismografía, oclulopletismografía, doppler direccional, termografía, presiones segmentarias, ergometría…etc., que intentaban de forma indirecta informarnos del estado de nuestra circulación. En su momento tuvieron mucha utilidad pero en la actualidad la inmensa mayoría de ellos han quedado obsoletos y la principal herramienta de diagnóstico es el ECO-DOPPLER.

El mecanismo doppler es un fenómeno físico que nos permite estudiar el flujo sanguíneo en los vasos. Consiste en que un haz de ultrasonidos emitido contra un vaso choca con las partículas de la sangre (hematíes) y al rebotar cambia su frecuencia, permitiendo que el equipo que lo detecta pueda transformar en información acústica y visual lo que está ocurriendo en ese vaso. De esta forma podemos saber si el vaso está o no obstruido, la velocidad y cantidad de flujo que pasa por el segmento estudiado o la dirección de la corriente . este técnica unida a la imagen obtenida por una ecografía nos permite ver la pared del vaso y como circula la sangre por su interior.

Las pruebas que se pueden realizar en el laboratorio vascular son estudios de los sistemas arterial y venoso de las extremidades, tanto superiores como inferiores, de la circulación cerebral, de los vasos cervicales (troncos supraaórticos), de la aorta abdominal y sus ramas ilíacas y viscerales; también nos permite realizar estudios de la circulación testicular y pruebas de función eréctil

Mediante estos estudios podemos diagnosticar la existencia de estenosis y obstrucciones de arterias y venas, descartar o valorar la evolución de los aneurismas , evaluar la existencia de síndromes de salida de tórax, estudiar el sistema venoso superficial y profundo para descartar trombosis venosas o hacer una valoración de las varices para indicar si precisan cirugía y de que tipo. Los estudios testiculares nos permiten valorar la existencia de varicoceles o de disfunciones eréctiles de origen circulatorio.